lunes, 8 de noviembre de 2010

Biografía lingüística

Mi lengua materna es el español. En la escuela primaria estudié francés (mi generación no estudiaba inglés hasta el Bachillerato). En el Bachillerato estudié inglés, pero no aprendí mucho. Parece que cuando uno es más pequeño aprende mejor que cuando uno es adolescente.

También tenía clases de latín. Pero el griego no era obligatorio, de modo que pude evitarlo, tanto en el Bachillerato (elegí Matemáticas (!!!!!!!!) y no griego) como en la Universidad (soy doctor en Filología, pero nunca he estudiado griego).

En la Universidad estudié varias lenguas, porque hice tres carreras de Filología: Hispánica, Románica y Eslava. Estudié varios años de italiano, también bastante francés y dos años de portugués. En 1982-83 hice un año de árabe (precisamente para no hacer griego) pero no recuerdo ni una palabra, solo "Kuka Kula" (Cocacola). También estudié polaco (y un poco de ruso, etc. pero de eso no recuerdo nada).

Creo que tengo mucha facilidad para aprender las lenguas de mi familia (las lenguas románicas o neolatinas; por ejemplo, nunca he estudiado catalán, pero no tengo problemas con él). Sin embargo, tengo problemas con las lenguas que no son de mi familia de lenguas (germánicas y eslavas, por ejemplo). Y lo que realmente es imposible para mí, es aprender una lengua que no use el alfabeto latino. Creo que es el motivo de mi absoluto fracaso con el griego, el ruso o el árabe.

En la Universidad empecé a viajar al extranjero. Fue muy importante el tiempo que he vivido en Italia, porque entonces aprendí realmente el italiano (a pesar de estudiarlo muchos años en España). También viví en Polonia, pero he olvidado casi todo mi polaco, que fue de nivel intermedio. He vivido en Holanda, pero el holandés no me interesa mucho, de modo que he aprendido poco. En cambio, el sueco me parece una lengua muy interesante, y quiero aprender lo más que pueda; el problema es que no necesito el sueco en mi trabajo, y muy poco en mi vida diaria (uso el inglés), de modo que lo voy aprendiendo lentamente, demasiado lentamente para mi gusto.

Un caso aparte es el inglés. En España, mi generación aprendió que el inglés no era una lengua de cultura, de modo que no se le daba importancia. La lengua de cultura era el francés. Hasta que tuve unos 25 años no empecé a aprender inglés de verdad, y lo hice sin ir a ninguna clase, simplemente porque el inglés estaba en todas partes: libros, cine, televisión, música, etc. Cuando empecé a a trabajar con extranjeros, y a viajar por Europa, mejoré mucho mi inglés, porque tuve que usarlo para comunicarme realmente. En realidad, no hablo inglés, sino lo que se llama "globish" o inglés internacional, es decir, esa lengua universal que todos hablamos y que nos permite comunicarnos con cualquier persona en cualquier parte del mundo.

No hay comentarios: